En una comida familiar en donde toda la familia está reunida, el abuelo para algunos de la mesa y padre para otros, decide preguntar sobre cual es el coche que a cada uno más le gusta en la mesa, comienzan a contestar los familiares presentes, unos contestan que los que más le gusta son los coches deportivos y que pueden ir rápido, otros contestan que preferirÃan un coche más lujoso y con mucho espacio, a lo que contesta el nieto más joven que su coche favorito es el ¨vochito¨.
Este nieto era yo, y por esa respuesta que hizo reÃr a mi abuelo ya que para él un vocho no era más que un coche cualquiera , pero él al ver la felicidad que me causaba hablar de ese coche tan pequeño lo llevo a comprar el coche y guardarlo para poder dármelo cuando cumpliera la edad necesaria para poder manejar, yo cada cumpleaños esperaba con ansiedad el poder crecer para llegar a los pedales y comenzar a manejar ese regalo que tanto tenia en mi mente, pero cada año llegaba con mi abuelo a preguntar si ese era el año que me dejarÃa manejarlo, claro que el siempre me decÃa que no, que necesitaba crecer más para poder maneja.Poco antes de cumplir los dieciséis años mi abuelo muere debido a un accidente automovilÃstico, por lo que nunca pude recibir ese regalo de su parte, hoy en dia yo tengo ese vochito conmigo y lo manejo los fines de semana por la Ciudad De México, y siempre que veo ese coche y me subo, puedo recordar a mi abuelo y saber lo feliz que hubiera sido de verme manejar ese coche cómo lo manejo hoy en dÃa, es por eso que este objeto es muy importante para mi y tiene un valor sentimental más que material ya que hace que viva la memoria de mi abuelo conmigo.
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